Décimas A La Lluvia
Valdrá la pena, no es para asustarse.
El trueno ruge, el cielo quiebra,
mas no te escondas, no es castigo,
es solo un paso en el camino
que limpia todo lo que enhebra.
Aunque la lluvia sea tan fiera
y los relámpagos deslumbren,
después de todo nos alumbran
las gotas frescas en la espera.
No habrá tormenta que no muera,
el sol vendrá para abrazarte.
Al final estaremos bien,
pues todo pasa, nada eterno.
Ni el aguacero más interno
domina al fuego que sostiene.
La vida empuja y siempre tiene
lecciones dulces tras lo amargo,
si ves el cielo y sientes cargo
de lo perdido en la corriente,
recuerda: al fin lo más valiente
es encontrar luz en lo largo.
Siempre es necesario pasar por esta tormenta,
es lo que forja la madera.
El árbol crece y reverbera
si enfrenta ráfagas que alientan.
No hay viento en contra que no sienta
la fuerza de quien va despacio,
ni trueno ahoga lo despacio
del agua que nutre raíces.
Avanza, siempre lo que dices
será el refugio de tu espacio.
Por ahí es el camino.
Aunque parezca oscuro y frío,
la lluvia canta en su rocío
y deja claro tu destino.
No temas barro ni el espino,
que todo es parte de avanzar.
Si sientes que no puedes más,
recuerda: el sol rompe temprano.
La tormenta suelta su mano,
y la calma vuelve al hogar.