Haikus En Bemol
Recuerdo que la primera vez que leí un haiku, me pareció tan directo, tan minimalista (que es algo que disfruto), me pareció algo tan bello en su simplicidad, algo único y perfecto. Hoy agradezco a Sebastian Molina por regalarme su primer libro de haikus, de ahí mi curiosidad comenzó a crecer; recordado amigo cuánta faltan hacen tus haikus.
Leí, investigué, escribí, metí la pata, tropecé, dejé en pausa, retomé la inspiración, dejé escapar algunos versos… de todo pasó con el tiempo; pero por fin decidí hacer una compilación entre mis primeros versos y los más recientes y así demuestro mis equivocaciones y mis versos más recientes y maduros.
No pretendo haber llegado a un nivel alto en haikus; pero estoy en ese camino, sigo leyendo y sigo dejando que los detalles me toquen para seguir dejando fluir aquellas 17 sílabas que dicen tanto.
Me da gusto compartir con ustedes este primer compilado y espero que lo disfruten tanto como yo al momento de hacerlo.
Con mucho cariño, para todos ustedes, esto es Haikus En Bemol.